lunes, 26 de noviembre de 2007

ANDRESITO



Andresito *

¡Ay, Andrés, Andrésito! ¿Exististe?
Si no hubieses existido te hubiera inventado porque el pueblo está sediento de héroes, sediento de seres inexistentes, capaces de enfrentar a enemigos en común. Porque nadie se anima a enfrentar a quienes nos hacen supuestamente tanto daño. Porque defendemos la identidad, la soberanía, la patria, escribimos versos revolucionarios en los ratos libres y a nuestros hijos los llamamos Charlie, George, Jhony, Karina; construimos countrys, spa, resort; tramitamos pasaportes para que nuestros hijos puedan irse a Europa a hacer allá lo que aquí les daría vergüenza hacer, admiramos la organización, la limpieza, los parques y jardines de otros países y aquí destruimos todo; tiramos basura por todos lados; nos preocupa el ecosistema pero consumimos todos los productos de limpieza además de todos los de belleza, esos que nos venden nuestros supuestos enemigos por medio de cartillas que han reemplazado a los libros en las escuelas.

¡Ay Andrés, Andrés, Andresito! Ya no somos capaces de defender nada, ya no somos capaces de tener ideales. ¿Será porque a pesar de todo, vivimos bien y hablamos de enemigos aunque en realidad me parece que los veneramos como antes, como siempre, por un lado va el discurso y por otro lado van los hechos? …
¡Ay Andrés, Andrés, Andresito! ¿Exististe? Porque si así no fuera mil veces te inventaría, para poner en tu figura todo lo que yo no puedo hacer, yo y los otros como yo.
En tu época ser héroe era cuestión de vida o muerte, para vos y para los otros como vos ¿verdad? Y ese lienzo que llevabas en lo alto era para que te siguieran los que como vos no querían al lusitano, los que como vos, querían ser libres de toda dominación, no solo extranjera sino, la de los mismos coterráneos, que ya entonces negociaban para conservar el poder y masacrar todo intento de identidad.

¡Ay, Andrés, Andrésito! ¿Exististe?
Cuántos sueños de libertad te llevaste, cuántas ilusiones y nosotros aquí queriéndote imitar...

*(Fragmento)
María Galasso
Eldorado, 01 de octubre de 2005

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